El primer intento de asesinato contra el papa Juan Pablo II tuvo lugar el miércoles 13 de mayo de 1981, en la plaza de San Pedro,
situada en el Vaticano. Mehmet Ali Ağca disparó contra el papa cuatro veces mientras éste entraba en
la plaza. A causa de los graves disparos, el papa perdió bastante sangre y tuvo
que ser hospitalizado. Ağca fue apresado inmediatamente y sentenciado a cadena
perpetua por un juzgado italiano. Posteriormente el papa perdonó a Ağca por
haber intentado asesinarlo. El presidente italiano Carlo Azeglio Ciampi otorgó el indulto a Ağca a petición del papa.
Según Ağca, el plan era que
él y el pistolero Oral Çelik abrieran fuego contra el papa en la plaza de San
Pedro y después escaparan a la embajada búlgara aprovechando el pánico generado
por una pequeña explosión. El 13 de mayo se sentaron en la plaza escribiendo
postales, mientras esperaban la llegada del papa. Cuando el papa pasó, Ağca le
disparó varias veces con
una pistola semiautomática Browning Hi-Power. Una monja y
varios testigos le impidieron tanto disparar más veces como escapar. Fue
atrapado por Camillo Cibin,
el jefe de seguridad del Vaticano. Juan
Pablo II fue alcanzado por cuatro balas, dos de las cuales se alojaron en su
intestino, otra le alcanzó en el brazo derecho y la última en la mano izquierda.4 Dos
espectadores resultaron heridos a causa de las balas perdidas del sicario
El papa fue llevado al Palacio Apostólico para un primer diagnóstico, ya que exteriormente la herida no
parecía seria. Pero una vez que se midió su pulso y presión fue evidente que el
papa estaba en peligro y se avisó a una ambulancia. A pesar de que la bala
había evitado tanto la aorta abdominal como la arteria mesentérica,
Juan Pablo II perdió casi tres cuartos de su sangre, sufriendo un shock por
desangramiento, debido a la perforación intestinal. El
papa fue operado por el Dr. Francesco Crucitti en el Policlínico Universitario
Agostino Genielli.